Uno de los sistemas anticontaminación para vehículos diesel son los filtros de partículas (FAP, DPF) que actúan en combinación con los catalizadores. Ambos sistemas (FAP y DPF) son básicamente lo mismo: Un filtro poroso a través del que se obliga a pasar a los gases de escape y en el que quedan retenidas las partículas de carbonilla producidas por una combustión incompleta. El paso del tiempo y determinadas condiciones de conducción (regímenes bajos de motor, conducción frecuente por ciudad, etc...) hacen que el filtro se vaya atascando y provoque problemas. En éstos casos hay que regenerar el filtro para que pueda funcionar de nuevo correctamente.
Os adjuntamos un interesante video del funcionamiento de un DPF